Las redes sociales son consideradas plataformas digitales con la finalidad de comunicarse e intercambiar información con otros individuos, muchas veces sin la necesidad de conocerlos personalmente. Entre algunas de las redes sociales más conocidas se pueden destacar plataformas como Twitter, Instagram, Facebook, TikTok, Snapchat, YouTube, entre muchas otras. Cabe mencionar que el uso de las redes sociales no se limita únicamente a las nuevas generaciones, tomando en cuenta que poco a poco este se ha convertido en un recurso más frecuentado entre todo tipo de personas. Estas tienen funciones de ocio, laborales o sociales, por lo que sus usos suelen ser extensos.
Aunque uno de los mayores beneficios de las redes sociales es el alcance que estas tienen a nivel mundial para comunicarnos con personas que comparten nuestros mismos intereses y relaciones en común, también puede llegar a ser de sus mayores problemas. Al hablar de la identidad en las redes sociales, se puede decir que en la actualidad, la vida social de una gran parte de la población se lleva a cabo entre dos círculos. Virtualmente, donde establecemos conexiones a través del Internet, y en la vida real, donde establecemos conexiones con personas cara a cara.
A diferencia de hace algunos años, en la actualidad se tiene la autonomía de decir lo que sea, cuando sea, a través de las redes sociales. Y se nos da la plena libertad de crear nuestra propia identidad, la cual será visualizada y en muchos casos juzgada por todos aquellos a nuestro alrededor. Ya que es posible cambiar ciertos aspectos de nuestra presencia online a voluntad propia sin repercusiones, nos lleva a un concepto distinto de la identidad relativamente nuevo.
Las transformaciones tecnológicas que vinieron con la llegada de las redes sociales y el Internet, además de los cambios sociales y culturales que la acompañaron afectó la manera en que se construye la identidad. Cada imagen, texto o video que se sube pone en juego el concepto de “Yo”. Nos preguntamos quienes somos y buscamos perfiles potencialmente diferentes a la realidad. Si al final de todo, todos podemos ser “otro” entonces habrán repercusiones en nuestra percepción de nosotros mismos y la identidad.
Es posible que, para muchos, las redes sociales sean un lugar inseguro para socializar, por lo que es necesario conocer algunas formas de preservar nuestra reputación y no poner en riesgo nuestra identidad online. Algunas formas de protegernos en Internet pueden ser:
- Clasificar nuestros perfiles como privados.
- Proteger y cambiar contraseñas, además de utilizar una diferente para cada cosa.
- Evitar subir fotografías inapropiadas.
- Revisa tu huella digital, y así ver lo que los demás ven sobre ti en Internet.
- No compartir información de forma exagerada.
Es necesario recordar la importancia de establecer una identidad propia y pensar en lo que hacemos y subimos en las redes sociales. Después de todo, en Internet nada es temporal, y es posible que cualquier error que cometamos o cosa que publiquemos se mantenga en Internet por siempre. Ser responsable antes de publicar ayudará a no dejar una identidad digital en redes sociales de la que posiblemente nos arrepentiremos.

