Al pensar en identidad digital, no a muchos se le viene a la mente el correo electrónico. Sin embargo, el correo electrónico es posiblemente una de las primeras herramientas electrónicas con las que hemos tenido contacto.

Se trata de una serie de mensajes electrónicos que se pueden enviar y recibir de manera instantánea a través de los diversos mecanismos web o directamente una cuenta de correo electrónico.

Esta se considera como una evolución directa del correo postal, que aunque no ha desaparecido por completo, su función ha cambiado de acuerdo a las necesidades de la sociedad actual.

Es posible que muchos no piensen en el e-mail como una herramienta importante a nivel social o cultural. Pero hay que recordar que después de todo, el e-mail es y ha sido desde hace varios años la base de una gran parte de nuestros procesos comunicativos a nivel digital, laboral, educativo e incluso social y entretenimiento. Puede que ya no utilicemos el e-mail para enviar mensajes a nuestros amigos cómo se usaba antes, pero sí lo utilizamos para crear cuentas, ya sean de redes sociales, juegos e incluso bancarias. Esto nos pone a pensar en la cantidad de información que damos e introducimos en nuestro correo electrónico y en el riesgo que rodea a nuestra privacidad y datos personales si este llega a ser atacado o “hackeado”.

Un ejemplo sería el e-mail Spoofing, o un correo de suplantación de identidad. Una técnica utilizada en ataques de spam para hacer pensar a un usuario que un correo viene de una persona conocida. Esto puede ocurrir, no solo con aquellos cercanos a nosotros, sino también con compañías grandes o pequeñas con la intención de estafar. 

Para evitar caer en estafas y obtener más seguridad digital con los correos electrónicos es recomendable utilizar contraseñas seguras y únicas, actualizar tu software regularmente para protegerte contra potenciales hackers, o protégete contra enlaces o correos sospechosos. Hay que ser minuciosos con los pequeños detalles y analizar lo que enviamos y recibimos para que nuestra seguridad, privacidad e identidad digital no se ponga en riesgo.